Las células madre, en
inglés stem cells (donde stem significa tronco, traduciéndose a
menudo como «células troncales») tienen la capacidad de dividirse asimétricamente dando lugar a dos células hijas, una de las
cuales tiene las mismas propiedades que la célula madre original (autorenovación) y la otra adquiere la capacidad de poder
diferenciarse si las condiciones ambientales son adecuadas.5 La mayoría de los tejidos de un organismo
adulto poseen una población residente de células madre que permiten su
renovación periódica o su regeneración cuando se produce algún daño tisular.
Tipos de células madre
·
Las células madre totipotentes pueden crecer y formar
un organismo completo, tanto los componentes embrionarios (como por ejemplo,
las tres capas embrionarias, el linaje
germinal y los tejidos que darán
lugar al saco vitelino), como los
extraembrionarios (como la placenta). Es decir, pueden formar todos los
tipos celulares. La célula madre totipotente por excelencia es el cigoto, formado cuando un óvulo esfecundado por un espermatozoide.
·
Las células madre pluripotentes no pueden formar un organismo
completo, pero sí cualquier otro tipo de célula correspondiente a los tres
linajes embrionarios (endodermo, ectodermo y mesodermo). Pueden, por tanto, formar linajes
celulares. Se encuentran en distintas etapas del desarrollo embrionario. Las células madre
pluripotentes más estudiadas son las células madre embrionarias que
se pueden aislar de la masa celular interna del blastocisto.
En la actualidad se utilizan como modelo para estudiar el desarrollo
embrionario y para entender cuáles son los mecanismos y las señales que
permiten a una célula pluripotente llegar a formar cualquier célula plenamente
diferenciada del organismo.
·
Las células madre germinales son células madre
embrionarias pluripotentes que se derivan de los esbozos gonadales del embrión.
Estos esbozos gonadales se encuentran en una zona específica del embrión
denominada cresta gonadal, que dará lugar a los óvulos y espermatozoides. Tienen una capacidad de
diferenciación similar a las de las células madre embrionarias, pero su
aislamiento resulta más difícil.
·
Las células madre multipotentes son aquellas que sólo
pueden generar células de su misma capa o linaje de origen embrionario.
·
Las células madre unipotentes, también llamadas células
progenitoras son células madre que tiene la capacidad de diferenciarse
en sólo un tipo de células. Por ejemplo las células madre musculares, también denominadas células
satélite sólo pueden diferenciarse en células musculares.
Métodos de obtención de células madre
Existen diferentes técnicas para la
obtención de células madre. Las células madre embrionarias y algunas células
madre adultas pueden aislarse desde su localización original en embriones o
tejidos y mantenerse en condiciones especiales de cultivo de manera más o menos
indefinida. Las fuentes que se utilizan de manera rutinaria o que han empezado
a postularse son:
·
Embriones crioconservados: La criopreservación o crioconservación es un
método que utiliza nitrógeno líquido (-196 °C)
para detener todas las funciones celulares y así poderlas conservar durante
años. Estos embriones son procedentes de los tratamientos de reproducción
humana asistida, que cuando se fecundan más de los necesarios pueden ser
donados por los pacientes que se someten a este tratamiento. Estos
embriones criopreservados en fase de blastocisto pueden
conservarse durante cinco años, según lo reglamenta el R.D. 413/1996 [1].
·
Blastómeros individuales: Con esta técnica,
probada primero en ratones y después en humanos, se consigue no destruir el
embrión. Se utilizaron óvulos fecundados de ratón que se dejaron crecer hasta
que tuviesen de 8 a 10 células. una de estas células se extrae y se cultiva.
Con esta técnica se ha logrado obtener dos líneas celulares estables que mostraban
un cariotipo normal y
presentaban marcadores característicos de pluripotencialidad. El embrión del
que se obtiene esta célula es completamente viable por lo que se puede
implantar en un útero y seguir un desarrollo normal.
·
Partenogénesis: Este proceso reproductivo no se da
en mamíferos. Sin embargo, la partenogénesis puede ser inducida en mamíferos mediante
métodos químicos o físico sin vitro. Como resultado de esta activación,
se obtiene una masa celular denominada partenote de las que se pueden aislar
células madre pluripotentes. Esta técnica sólo es aplicable en mujeres.
·
Obtención a base de donantes cadavéricos: Recientes
investigaciones han descrito que las [células madre musculares] sobreviven y
mantienen sus propiedades tras un proceso de congelación post-morten.
Tras destruir la médula por
radiación o quimioterapia se realiza el trasplante. A las dos semanas aparecen
nuevas células sanguíneas y tras varios meses (autólogos) o más de un año
(alotrasplantes) se restituye la función inmune.
También es posible el empleo de
células madre de cordón con la misma finalidad.
TERAPIA
GENICA
La terapia génica consiste
en la inserción de genes funcionales ausentes en el genoma de un individuo. Se realiza en las células y tejidos con el
objetivo de tratar una enfermedad o realizar un marcaje.
La técnica todavía está en
desarrollo, motivo por el cual su aplicación se lleva principalmente a cabo
dentro de ensayos clínicos controlados,
y para el tratamiento de enfermedades severas o bien de tipo hereditario o
adquirido. Al principio se planteó sólo para el tratamiento de enfermedades
genéticas, pero hoy en día se plantea ya para casi cualquier enfermedad.
Entre los criterios para elegir este
tipo de terapia se encuentran:
·
Enfermedad letal sin tratamiento.
·
La causa sea un único gen que esté ya clonado.
·
La regulación del gen sea precisa y conocida.
Aplicaciones
·
Marcaje génico: El marcaje génico tiene como
objetivo, no la curación del paciente, sino hacer un seguimiento de las
células, es decir, comprobar si en un determinado sitio del cuerpo están
presentes las células específicas que se han marcado. Un ejemplo de ello sería
la puesta a punto de vectores para ensayos clínicos,
permitiendo, por ejemplo, que en ocasiones en las que un paciente de cáncer
(leucemia) y al que se le ha realizado un autotransplante recae se pueda saber
de donde proceden las células, si son de células trasplantadas o si son células
que han sobrevivido al tratamiento.
·
Terapia de enfermedades monogénicas hereditarias: Se usa en
aquellas enfermedades en las que no
se puede realizar o no es eficiente la administración de la proteína
deficitaria. Se proporciona el gen defectivo o ausente.
·
Terapia de enfermedades adquiridas: Entre este
tipo de enfermedades la más destacada es el cáncer. Se usan distintas estrategias, como
la inserción de determinados genes suicidas en las células tumorales o la
inserción de antígenos tumorales
para potenciar la respuesta inmune.
Tipos de terapia génica
·
Terapia génica somática: se realiza
sobre las células somáticas de un
individuo, por lo que las modificaciones que implique la terapia sólo tienen
lugar en dicho paciente.
·
Terapia in vivo: la transformación celular tiene
lugar dentro del paciente al que se le administra la terapia. Consiste en
administrarle al paciente un gen a través de un vehículo (por ejemplo un
virus), el cual debe localizar las células a infectar. El problema que presenta
esta técnica es que es muy difícil conseguir que un vector localice a un único
tipo de células diana.
·
Terapia ex vivo: la transformación celular se
lleva a cabo a partir de una biopsia del tejido del paciente y luego se le
trasplantan las células ya transformadas. Como ocurre fuera del cuerpo del
paciente, este tipo de terapia es mucho más fácil de llevar a cabo y permite un
control mayor de las células infectadas. Esta técnica está casi completamente
reducida a células hematopoyéticas pues son células cultivables, constituyendo
así un material transplantable.
·
Terapia génica germinal: se realizaría
sobre las células germinales del paciente,
por lo que los cambios generados por los genes terapéuticos serían
hereditarios. No obstante, por cuestiones éticas y jurídicas, ésta clase de
terapia génica no se lleva a cabo hoy en día.
Procedimiento
Aunque se han utilizado enfoques muy
distintos, en la mayoría de los estudios de terapia génica, una copia del gen
funcional se inserta en el genoma para compensar el defectivo. Si ésta copia
simplemente se introduce en el huésped, se trata de terapia génica de adición.
Si tratamos, por medio de la recombinación homóloga, de eliminar la
copia defectiva y cambiarla por la funcional, se trata de terapia de
sustitución.
Actualmente, el tipo más común
de vectores utilizados
son los virus, que pueden ser
genéticamente alterados para dejar de ser patógenos y portar genes de otros
organismos. No obstante, existen otros tipos de vectores de origen no vírico
que también han sido utilizados para ello. Así mismo, el ADN puede ser
introducido en el paciente mediante métodos físicos (no biológicos) como
electroporación, biobalística...
Las células diana del paciente se
infectan con el vector (en el caso de que se trate de un virus) o se
transforman con el ADN a introducir. Este ADN, una vez dentro de la célula
huésped, se transcribe y traduce a una proteína funcional, que va a realizar su
función, y, en teoría, a corregir el defecto que causaba la enfermedad.
Vectores en terapia génica
La gran diversidad de situaciones en
las que podría aplicarse la terapia génica hace imposible la existencia de un
solo tipo de vector adecuado. Sin embargo, pueden
definirse las siguientes características para un "vector ideal" y
adaptarlas luego a situaciones concretas:
·
Que sea reproducible.
·
Que sea estable.
·
Que permita la inserción de material genético sin límite de tamaño.
·
Que permita la transducción tanto en
células en división como en aquellas que no están proliferando.
·
Que posibilite la integración del gen terapéutico en un sitio específico
del genoma.
·
Que se integre una vez por célula, para poder controlar la dosis.
·
Que reconozca y actúe sobre células específicas.
·
Que la expresión del gen terapéutico pueda ser regulada.
·
Que carezca de elementos que induzcan una respuesta inmune.
·
Que pueda ser caracterizado completamente.
·
Que sea inocuo o que sus posibles efectos secundarios sean mínimos.
·
Que sea fácil de producir y almacenar.
·
Que todo el proceso de su desarrollo tenga un coste razonable.
Los vectores van a contener los
elementos que queramos introducir al paciente, que no van a ser sólo los genes
funcionales, sino también elementos necesarios para su expresión y regulación,
como pueden ser promotores, potenciadores o secuencias específicas que
permitan su control bajo ciertas condiciones.
Podemos distinguir dos categorías principales
en vectores usados en terapia génica: virales y no virales.